miércoles, 30 de septiembre de 2009

como las aguilas

El águila es el ave de mayor longevidad de la especie: llega a vivir 70 años. Pero para llegar a esa edad, a los 40 deberá tomar una seria y difícil decisión.

A los 40 años, sus uñas están apretadas y flexibles, sin conseguir tomar a sus presas, de las cuales se alimenta. Su pico, largo y puntiagudo, se curva apuntando contra el pecho. Sus alas están envejecidas y pesadas, y sus plumas, gruesas. ¡¡Volar se hace tan difícil!

Entonces, el águila tiene solamente dos alternativas: morir o enfrentar un dolorido proceso de renovación, que dura 150 días. Ese proceso consiste en volar hacia lo alto de una montaña y quedarse ahí en un nido cercano a un paredón, donde no tenga la necesidad de volar.

Después de encontrar ese lugar, el águila comienza a golpear con su pico en la pared hasta conseguir arrancarlo. Después de arrancarlo, espera el crecimiento de uno nuevo con el que desprenderá una a una sus uñas.

Cuando las nuevas uñas comienzan a nacer, comenzará a desplumar sus plumas viejas.

Después de cinco meses, sale para el famoso vuelo de renovación y para vivir 30 años más.



En nuestra vida, muchas veces tenemos que resguardarnos por algún tiempo y comenzar un proceso de renovación. Para continuar un vuelo de victoria, debemos desprendernos de hechos, costumbres, tradiciones y recuerdos que nos causaron dolor. Solamente libres del peso del pasado podremos aprovechar el resultado valioso que una renovación siempre trae.

¿que es el autosabotaje?

Gran parte de toda mi investigación acerca de la influencia de los medios de comunicación en nuestro comportamiento se debió al despertar a la consciencia de que, en mi propia vida, a veces hacía, decía o dejaba de hacer cosas que me perjudicaban a mí mismo. Especialmente, en temas amorosos.

Fue así, en una crisis, cómo me di cuenta de que, en gran medida, yo no pensaba por mí mismo (o, mejor, habría que decir, sentía) sino que “otros me estaban pensando” (o me hacían sentir lo que ellos querían que sintiera), dirigiendo así mi comportamiento.

Todavía hoy, después de un proceso de purificación largo, tengo comportamientos que son fruto de la programación mental que hemos sufrido todos. Son pocos, pero todavía me hacen daño porque hacen daño a quien quiero.

“Autosabotaje” es todo aquel comportamiento en el que haces daño a las personas que quieres u obstaculizas los logros a los que te acercas, generalmente desde la palabra, pero también desde la acción, de manera que así puedas justificar tu autocompasión. (”Qué mala suerte tengo”, “siempre me pasa a mí”, “pobrecito de mí”, etc). Básicamente, los autosabotajes son comportamientos imitados de las películas o la TV o en un grupo social o de amigos, aprendidos en un momento de tu vida en el que perdiste la conexión con tu Ser, falsos porque no se corresponden con la Realidad y en los que el factor tiempo es fundamental. Una de sus variantes trata de querer llegar más rápido de la cuenta al camino deseado o, entre otras muchas cosas, pensar que la exageración de un sentimiento o la negación de él, te van a hacer conseguir tu meta o evitar el sufrimiento. Alguien debería escribir un libro única y exclusivamente sobre el autosabotaje pero se podría definir como las caretas que nos ponemos imitando los modelos de los medios de comunicación (incluidas las revistas, que dominan las mentes de muchíiiiiisimas mujeres alrededor del mundo y las enajenan por completo).

Imitar comportamientos falsos que no proceden de la Realidad es el mejor pasaporte para vivir emociones falsas y, por tanto, para abandonar tu Ser… y perderte.

Ejercicio: visualiza diariamente tus propios pensamientos y comportamiento. Detecta cuántos son realmente tuyos y cuántos, imitaciones de tu grupo de amigos o de determinada película o serie de TV.

PD: El sexo material, es decir, sin amor, es la mayor programación mental que estamos sufriendo.
http://www.rafapal.com